Módulos Respeto. Módulos penitenciarios para la mejora de la convivencia. Por Mercedes Gallizo Llamas (Directora General de Instituciones Penitenciarias 2004/2011).
Los módulos de Respeto o de Convivencia y Respeto son una experiencia nueva que se viene desarrollando en los centros penitenciarios españoles y que es expresión del cambio que estamos promoviendo del propio concepto del centro penitenciario, clásicamente concebido como un mero lugar de encierro y dotar de oportunidades a quien no las ha tenido o a quien las ha desaprovechado, potenciando y ampliando los recursos sociales y personales de aquellas personas para los que el encierro sea imprescindible.
El sistema penitenciario español tiene una amplia experiencia en la aplicación de políticas tratamentales que tratan de incidir sobre aspectos psicosociales de los internos que están en la base de determinadas conductas delictivas.
En los últimos años se están desarrollando programas de tratamiento para personas condenadas por violencia de género, para agresores sexuales, de intervención con internos conflictivos que llevaban mucho tiempo en régimen cerrado… que vienen a sumarse a otros de más larga historia, en particular los relacionados con el tratamiento de las drogodependencias y la deshabituación del consumo de drogas, que se están extendiendo y multiplicando en el conjunto de nuestro sistema.
Ahora queremos dar un paso más en la tarea reeducadora de la prisión.
Si queremos dotar de eficacia a la política penitenciaria, de modo que el tiempo de estancia en prisión de los internos no sea un tiempo en el que estos se desocialicen más, sino por el contrario, un tiempo en el que quienes están ingresados en un centro penitenciario puedan ampliar sus recursos personales, debemos ayudar a normalizar las pautas de conducta de los reclusos.
Crear una nueva cultura de preparación para la vida en libertad, conseguir que la prisión no ejerza una influencia todavía más negativa sobre las actitudes futuras de quienes pasan por ellas, sino que, al contrario, les ayuden a encontrarse mejor preparados para su reintegración a la sociedad aceptando normas de comportamiento democráticas y normalizadas una vez que hayan cumplido su tiempo de reclusión, es ahora uno de nuestros objetivos fundamentales.
En el centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas (León), comenzó a des arrollarse un programa nuevo, concebido al principio como un módulo intermedio y previo al ingreso del interno en Comunidad Terapéutica y como un paso anterior y preparatorio para aquellos que estaban en lista de espera.
La práctica de este módulo resultó tan enriquecedora y tan reveladora del potencial que encerraba que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias decidió apoyar esta nueva experiencia, completarla y extenderla a otros centros.
El nombre de Respeto le viene dado a posteriori, por influencia de la obra de la Fundación Respeto a la que denominó Símbolos para el Respeto, cuyas obras se han instalado en distintos Centros Penitenciarios de la geografía española y que ha convertido el término RESPETO en un SIMBOLO de los mejores valores que todos debemos aprender y practicar. La obra Respeto, además de introducir belleza entre los barrotes y ayudar a personalizar espacios, que es algo de extrema importancia para quien vive cada día en un territorio tan gris y tan indeterminado, induce a la reflexión sobre el respeto, a través de sus símbolos y, al hacerlo, ayuda a cada persona a respetar al otro y a sentirse más respetada. Si la ciudadanía se aprende, el respeto podría ser la primera lección.
El valor que sobresale en estos módulos es el respeto: a uno mismo y a los demás, a las normas, a las relaciones, a las pertenencias, a las actividades, a las diferencias…
Con esta iniciativa queremos dar a conocer el Programa Marco de “Módulo de Respeto” y, al tiempo, servir de guía para la implantación del mismo en todos los Centros Penitenciarios.
MERCEDES GALLIZO LLAMAS
Directora General de Instituciones Penitenciarias 2004-2011